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miércoles, 12 de septiembre de 2012

El "nanovelcro", un sistema capaz de detectar contaminación en los ríos

Un método simple, de bajo costo y con tecnología de punta para detectar mercurio y otros contaminantes en arroyos, ríos y peces.


Mercurio detectado


Así describe un equipo internacional de científicos su nuevo sistema para atrapar sustancias tóxicas, que funciona como una especie de "nanovelcro".

El mecanismo, desarrollado con nanotecnología, utiliza partículas cubiertas con diminutos pelos que pueden adherirse a metales pesados como cadmio y mercurio.

El nuevo método permite hacer pruebas a bajo costo para detectar la presencia de sustancias tóxicas en el agua y en el pescado que consumimos.

La investigación fue dirigida por Francesco Stellacci de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, Suiza, (EPFL) y Bartosz Grzybowski de la Universidad Northwestern, en Illinois, Estados Unidos.

Metil mercurio

Los científicos estaban especialmente interesados en detectar mercurio. En su forma más común, el metil mercurio, se acumula a medida que se asciende en la cadena alimentaria, alcanzando sus niveles más altos en los peces depredadores como el atún y el pez espada.

En Estados Unidos, Francia y Canadá, las autoridades de salud recomiendan a las mujeres embarazadas que limiten el consumo de pescado debido a que el mercurio puede afectar el desarrollo del sistema nervioso del feto.

"El problema es que las técnicas actuales para vigilar la presencia de mercurio son complejas y de costo elevado", señaló Francesco Stellacci, de EPFL.

"Periódicamente hacemos pruebas en el agua potable, y si los niveles son aceptables, asumimos que se mantienen así entre un test y otro, pero el vertido industrial fluctúa".

La nueva tecnología es fácil de usar, según sus creadores. Una tira de vidrio cubierta de una película de nanopartículas con diminutos pelos se sumerge en el agua. Cuando un ion, una partícula de carga positiva, como el metil mercurio o un ion de cadmio, se introduce entre dos pelos, éstos se cierran, atrapando el contaminante.

Un medidor de voltaje provee el resultado final. Cuantos más iones acaben atrapados, más electricidad será conducida. Así que para calcular el número de partículas atrapadas sólo se requiere medir el voltaje de la nanoestructura.

Variando la longitud de los nanopelos los científicos pueden medir diferentes tipos de sustancias tóxicas. Stellaci señaló que el metil mercurio tiene propiedades que lo hacen muy fácil de atrapar sin que accidentalmente se adhieran otras sustancias.

El fragmento de vidrio podría costar menos de diez dólares y el medidor cientos de dólares. Es posible además realizar la prueba in situ y obtener un resultado inmediato, según el investigador.

"Con un método convencional es necesario enviar las muestras a un laboratorio, donde el equipo utilizado puede costar varios millones de dólares".

Los investigadores probaron su nuevo mecanismo en el Lago Michigan, cerca de Chicago, y señalan que a pesar de la gran presencia de industrias a nivel local los niveles de mercurio son extremadamente bajos.

El estudio fue publicado en la revista Nature Materials.


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