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miércoles, 31 de octubre de 2012

¿CÓMO SE ELIGE EL NOMBRE DE UN HURACÁN?


Dean. Katrina, Mitch, Sandy, etc. El "bautismo" de los huracanes no es antojadizo, y hay nombres que no se repetirán jamás.


Palabras al aire
Katrina, Irene, Dean y ahora Sandy: cada año hay 21 nombres propios reservados a las tormentas tropicales que azotan las costas de Estados Unidos y el Caribe. Los nombres se van repitiendo cíclicamente cada seis años y algunas letras (Q, U, X, Y, Z) son sistemáticamente evitadas.

Según un informe elaborado por la agencia noticiosa ANSA, los nombres se aplican para las tormentas tropicales con vientos que tengan ráfagas de por lo menos 63 km por hora, que en el caso de pasar a más de 119 km por hora se convierten en huracanes.
Cuando se trata de huracanes especialmente destructivos, que quedan en la memoria por causar cuantiosos daños y numerosas víctimas, se procura que el nombre de ese huracán no se repita.

En el 2011, por ejemplo, el primer huracán del año fue llamado Alberto, como ocurrió con otro en el 2005. Sin embargo, Katrina -nombre dado al huracán que destruyó a New Orleans, provocando la muerte de 2 mil personas- ha desaparecido, sustituido por Katia.
El año pasado fue retirado sólo un nombre, el de Irina, que golpeó muy duramente a Nueva York.
Si bien es poco habitual, en algunos años ha habido más huracanes que letras del abecedario. En esos casos -como por ejemplo en el 2005, año en el que hubo 28 huracanes- comienza a utilizarse el alfabeto griego, con nombres como Alfa, Beta, Gama, etc.
En el pasado, y por mucho tiempo, los huracanes fueron llamados con el nombre del santo católico celebrado el día de la tormenta.

A partir del 1950 se pasó en cambio a un alfabeto militar, sustituido tres años después por el de una serie de nombres de mujer utilizados de manera rotativa, un sistema que jamás llegó a ser oficial pero que fue muy famoso en los años de la segunda guerra mundial.

Unos veinte años más tarde esta costumbre chocó contra el movimiento feminista. De esta manera, en 1979 las mujeres que luchaban a favor de la igualdad entre los sexos pidieron -y obtuvieron- que el World Metereological Organization (WMO) añadiese a la lista que utilizaba también nombres masculinos, alternándolos con los femeninos.


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