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martes, 16 de octubre de 2012

SUICIDIO DE JOVEN ACOSADA EN LAS REDES GENERA CAMPAÑA DE REPUDIO AL BULLYING


Amanda Todd, una canadiense de 15 años que se suicidó el miércoles luego de sufrir tres años de bullying a causa de publicaciones en Internet, generó una corriente de sensibilización y condena hacia todas las formas de acoso.


El infierno son los otros
El "linchamiento virtual" de Amanda Tood comenzó hace tres años, cuando ella tenia doce, y continúo produciéndose tanto en la red como en el mundo "real" hasta el trágico desenlace del miércoles pasado, cuando la atribulada adolescente se quitó la vida.

Ahora, la policía investiga a algunos de sus numerosos acosadores virtuales, así como a un mayor de edad, al parecer un pedófilo estadounidense, que originara la cadena de episodios que empujaran a Amanda al suicidio.

Según consigna el portal español 20 Minutos, Amanda, residente en la localidad de Coquitlam ,fue "seducida" vía web por el mencionado adulto cuando ella tenía 12 años. A través de una sesión de videochat, el sujeto convenció a la niña de que se quitara la blusa y posara en topless. Ese momento resultó fatal, ya que el depravado la acosaría ya para siempre.

El extraño la chantajeaba y le pedía "dar un show" privado vía webcam si no quería que publicase sus fotos en Facebook. El hombre incluso creó una página en la red cuya foto de perfil eran los pechos de la joven. Haciéndose pasar por estudiante, el acosador invitaba a los compañeros de Amanda a unirse a dicha página, desde la que el pedófilo les enviaba la filmación. El video llegó incluso a manos de los profesores.

Amanda entró entonces en un proceso de ansiedad y depresión agudo, que la llevó a consumir drogas en medio del aislamiento y la presión social. Según contaba la joven, todos sus amigos le dieron la espalda y comenzó a ser insultada y humillada en Internet.

El bullying continuó a pesar de que Amanda cambió de escuela, y se agravó tras un flirteo con un joven que tenía novia. Un grupo de adolescentes, incluido el propio joven, la golpeó y grabó la paliza. Amanda se vio inmersa en una espiral de autoagresiones que acabó con una tentativa de suicidio en la que bebió lavandina.

Lejos de despertar sensibilidad, la intentona de suicidio exacerbó a los acosadores de Amanda, quienes publicaron en las redes un sinnúmero de burlas y ofensas, incluidas solicitudes para que "tomara el detergente adecuado y se muriera de una vez".
Tras el fallecimiento de Amanda, muchas personas de Coquitlam tomaron conciencia de la gravedad de lo que ocurría, formándose una tardía corriente de solidaridad y apoyo a la familia de la joven.

Carol Todd, madre de Amanda, aboga para que los padres se involucren más en la vida virtual de sus hijos. "Quería también ayudar a los padres a que estén al tanto, que enseñen a sus hijos cómo estar seguros en la red. Los chicos "tienen iPads, iPhones, smartphones... la tecnología es mucho más accesible ahora, ese es el factor de riesgo".

La mujer afirma que en los últimos tiempos su hija se encontraba de mejor ánimo y lentamente superaba los traumas de acoso. Por tanto, cree que la clave de la dramática decisión de Amanda puede estar en un video privado que le dejó, pero que hasta el momento no ha tenido fuerzas para ver.



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