Investigadores canadienses probaron que masticar chicle durante 60 segundos pudo generar picos de energía eléctrica de 18 microvatios y una potencia de salida sostenida de 10 microvatios.
MANDÍBULAS
Una de las principales fuentes de energía es el cuerpo humano. Y los investigadores de todo el mundo están averiguando la manera de contribuir a crear fuentes alternativas para un mundo que cada vez consume más energía.
El movimiento de brazos y piernas genera energía cinética, y el calor del cuerpo energía térmica. Ambas se están investigando para encontrar formas nuevas de cargar sensores y baterías, sobre todo teniendo en cuenta el despegue de la Internet de las cosas.
Según informa el portal Materia, los investigadores canadienses Aidin Delnavaz y Jérémie Voix, crearon una cinta elástica que, colocada bajo el mentón, convierte el movimiento de la mandíbula en energía eléctrica. Por ahora sólo han obtenido unos cuantos microvatios (µW) pero creen que confían que en el futuro esta técnica podría alimentar pequeños dispositivos electrónicos.
Estos dos ingenieros de la Escuela de Tecnología Superior de Montreal lograron convertir la energía mecánica generada al masticar en energía eléctrica, utilizando lo que se denomina piezoelectricidad, un fenómeno eléctrico propio de buena parte de los cristales descubierto a finales del siglo XIX.
Estos materiales se polarizan eléctricamente al ser sometidos a estrés mecánico. Una fuerte presión o un golpe hace que produzcan carga eléctrica. Aprovechado en la invención del sónar o en los mecheros eléctricos, no ha sido hasta ahora, con las investigaciones en nanomateriales, que se empezó a imaginar su uso para obtener energía del cuerpo humano.
Sobre un sustrato elástico, los investigadores desplegaron una capa de nanofibras de cerámica punteadas con electrodos de cobre y todo el conjunto recubierto de un material aislante. La cinta la unieron a unos cascos y la colocaron debajo del mentón. En su experimento, uno de los ingenieros estuvo mascando chicle durante 60 segundos, tiempo suficiente para comprobar que el dispositivo funcionaba, consiguiendo generar picos de 18 µW y una potencia de salida sostenida de 10 µW.
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